Tras mucho darle vueltas no se me ocurre otro modo de calificar lo que he leído en El Mundo y sobre lo que ya se han hecho eco otras webs. Al parecer, un vecino de Badajoz, decidió durante el transcurso de unas jornadas micológicas, ponerse a discutir con otras personas la toxicidad de la amanita phalloides. Ante el asombro de todos, el tipo en cuestión esgrimía la inocuidad de la seta y para demostrarlo se comió el sombrero de una.
Por suerte para el osado, la gente llamó a una ambulancia y tras dos días en la UCI, parece que se ha recuperado.
Y yo me pregunto, ¿este hombre es un fanfarrón, un ignorante, un cretino? ¿A quién quería impresionar? ¿Fue un error? ¿Confundió la phalloides con un níscalo? Como todo lo demás se me antoja improbable y como además el señor había reconocido que llevaba unas copas de más, me quedo con que quería impresionar a alguna dama.
Desde aquí reivindico el impresionar a las señoras de un modo más ortodoxo, a saber, bebiéndose una botella de whisky de un trago, comiéndose un cordero asado, chupándose la nariz o mostrando el desproporcionado tamaño de su sexo (el que lo tenga). En todo caso siempre hay que buscar algo menos arriesgado.
2 comentarios:
epa rob, ya he puesto tu direccion nueva en mi espacio. A mi tmb me va mu mal ultimamente asi k proximamente me trasladaré por los lares del blogspot...
era yo charlie
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