Levaba tiempo queriendo escribir algo acerca de la entrega de los
Premios Nobel que se celebrará hoy. Supongo que la mayoría de la gente desconocerá que los galardonados serán:
- Medicina: Oliver Smithies, Mario Capecchi y Robert Evans
- Economía: Leonid Hurwicz, Eric Maskin y Roger Myerson
- Química: Gerhard Ertl
- Física: Peter Grünberg y Albert Fert
- Literatura: Doris Lessing
No cito entre los desconocidos el Nobel de la Paz porque, a estas alturas, todo el mundo estará al tanto de que dicho galardón caerá en manos del ex-candidato a la Casa Blanca, Al Gore. Lo que no sabrá todo el mundo es que lo comparte con el presidente del IPCC, Rajendra Pachauri.
Yo mismo, hasta hace unos minutos en los que me he documentado al respecto tampoco estaba al tanto.
Y es que Al Gore ha copado toda la información que nos han ofrecido los medios. Nos lo han metido hasta en la sopa. A mí al menos ha conseguido inflarme las narices hasta más no poder. Fíjate que en su momento llegó a caerme simpático el de Washington, cuando le robaron las elecciones en 2000. Pues ahora mismo estoy hasta los mismísimos, por no decir hasta los cojones, del tiparraco este.
Aunque puestos a buscar a un responsable, este tiene que estar en Noruega. Digo responsable y no culpable porque, aunque exista una horda de conspiradores liberales que presione a los
comités encargados de elegir al galardonado (aunque tenga mis sospechas no está comprobado), se le supone cierta independencia a la organización del certamen. Y digo esto porque mira tú que hay que ser cantamañanas para siquiera nominar a Al Gore al Nobel de la Paz. ¿Estaban de borrachera? ¿Estaban de coña? ¿Quitamos las mayúsculas al premio? ¿Se puede saber qué demonios ha hecho este hombre por la paz del mundo? ¿En su puñetera vida?
Podríamos entrar a valorar las intenciones del bueno de Al. Algunos dicen que su lucha contra el cambio climático está empañada por ciertos intereses en la industria de los biocombustibles. (Yo no lo he constatado pero, personalmente, tampoco me parecería del todo mal. Aunque sacara tajada de ello seguiría haciendo algo bueno por el planeta). Vamos a pensar que Gore no saca nada de esto. ¿Qué ha conseguido con su vídeo? ¿Ha apaciguado el conflicto judeo-palestino? ¿Ha acabado con la guerra de Irak? ¿Ha tenido alguna repercusión en Chechenia, Colombia, Birmania, Filipinas, Pakistán, Afganistán...? Si con esta campaña ecológica se consiguiese acabar con toda crisis energética yo mismo saldría a la calle, pancarta en mano, exigiendo el Nobel de Economía para Gore. O que se inventase el Nobel Ecológico o lo que fuera.
Mi impresión es que la influencia que pueda tener dicho documental en el mundo no supera a la de los documentales de
Michael Moore. Interesantes, sí, pero tremendamente sensacionalistas.
Así que, en esencia, Al Gore ha hecho por la Paz poco más o menos lo mismo que cualquiera de nosotros.
A mí, desde pequeño, los Nobel siempre me habían parecido galardones dignos del mayor de los respetos. Pero echando la vista atrás y viendo que personajes como
Gandhi jamás fueron premiados y que sin embargo no tuvieron reparos en nominar y premiar a verdaderos
hijos de la gran puta, a mí me queda muy mal cuerpo. ¿Acaso galardonarían con el Nobel de Medicina a alguien que tuviera que ver con la expansión de una pandemia? ¿Por qué encuentran tan subjetivo algo como la Paz? Díganme ¿qué va a ser lo próximo? ¿Galardonarán al
Trío de las Azores? ¿A Hugo Chávez? ¿A Evo Morales? ¿A Fidel?
Como supongo que así será, por mí se pueden ir ustedes con un billete de ida, con todos mis respetos, a donde han mandado a La Paz, al Carajo.
Fotografía vista en Sweden